La ansiedad se ha convertido en uno de los principales retos del mundo moderno, afectando tanto la salud mental como el bienestar general. Desde el coaching ontológico, es posible abordar esta problemática a través de herramientas prácticas que combinan la gestión emocional, el lenguaje y el cuerpo para alcanzar un estado de mayor tranquilidad y claridad. En este artículo, exploraremos cómo puedes aplicar estas estrategias en tu día a día para reducir el estrés y manejar la ansiedad de manera efectiva.


Comprender la ansiedad desde el coaching ontológico

La ansiedad, más que un estado emocional, es una respuesta del cuerpo y la mente ante situaciones percibidas como amenazantes o fuera de control. Desde el enfoque del coaching ontológico, entendemos que esta respuesta está profundamente vinculada a:

  1. El lenguaje: Las historias y conversaciones internas que creamos en torno a nuestras experiencias.
  2. Las emociones: El miedo, la incertidumbre y la frustración son emociones que alimentan la ansiedad.
  3. El cuerpo: La tensión física, los patrones de respiración y la postura pueden intensificar o aliviar los síntomas de ansiedad.

Al trabajar en estas tres dimensiones, no solo podemos reducir los niveles de ansiedad, sino también generar una forma más empoderada de relacionarnos con el mundo.


Estrategias prácticas para manejar la ansiedad

1. Rediseña tu lenguaje interno

El lenguaje que utilizamos para describir nuestras experiencias tiene un impacto directo en nuestra percepción y en cómo reaccionamos. Frases como “No puedo con esto” o “Todo va a salir mal” refuerzan sentimientos de impotencia y estrés.

Ejemplo práctico:

  • Identifica una frase negativa que suelas repetir. Por ejemplo: “No soy capaz de manejar esta situación”.
  • Reemplázala por una afirmación constructiva como: “Estoy aprendiendo a manejar esto paso a paso”.
  • Repite esta afirmación cada vez que sientas que la ansiedad comienza a aumentar.

2. Práctica de respiración consciente

La respiración es una herramienta poderosa para calmar el sistema nervioso. La ansiedad está asociada con una respiración superficial y rápida, lo que activa la respuesta de “pelea o huida”.

Ejemplo práctico:

  • Siéntate en un lugar tranquilo y cómodo.
  • Inhala lentamente contando hasta 4, mantén el aire durante 2 segundos y exhala contando hasta 6.
  • Repite este ciclo durante 5 minutos para reducir la tensión.

Esta técnica ayuda a regular el ritmo cardiaco y a enviar una señal de calma al cerebro.

3. Adopta una postura de poder

Tu postura física influye en cómo te sientes emocionalmente. Estar encorvado o con los hombros tensos puede reforzar la sensación de vulnerabilidad.

Ejemplo práctico:

  • Dedica dos minutos a colocarte en una postura de poder: párate derecho, con los pies firmes en el suelo, los hombros relajados y el pecho abierto.
  • Respira profundamente mientras repites una frase motivadora como: “Estoy en control de mi vida”.

Este ejercicio no solo cambia cómo te sientes, sino también cómo te perciben los demás.

4. Establece micro objetivos diarios

La ansiedad suele aparecer cuando sentimos que tenemos demasiadas tareas o problemas por resolver. Dividir tus metas en pequeños pasos ayuda a recuperar la sensación de control.

Ejemplo práctico:

  • Por la mañana, escribe tres pequeñas tareas que puedas completar ese día.
  • Celebra cada logro, por pequeño que parezca.

Esta práctica refuerza tu autoestima y reduce el agobio.

5. Conecta con tu cuerpo a través del movimiento

El ejercicio físico libera endorfinas, que actúan como analgésicos naturales para la ansiedad. No necesitas un entrenamiento intenso; movimientos simples pueden marcar la diferencia.

Ejemplo práctico:

  • Realiza una caminata de 15 minutos al aire libre mientras te enfocas en el entorno: el sonido de los pájaros, el aire fresco, la sensación de tus pies al caminar.
  • Prueba ejercicios suaves como yoga o estiramientos para liberar tensión acumulada.

6. Práctica de gratitud

La gratitud te ayuda a cambiar el enfoque de lo que falta a lo que ya tienes, promoviendo un estado emocional más positivo.

Ejemplo práctico:

  • Antes de dormir, escribe tres cosas por las que estés agradecido ese día.
  • Dedica unos minutos a sentir la emoción de gratitud en tu cuerpo.

El acompañamiento del coaching ontológico

Aunque estas estrategias pueden ser muy efectivas, el acompañamiento de un coach ontológico puede potenciar tus resultados. Un coach te ayudará a explorar las historias y creencias que alimentan tu ansiedad, ofreciéndote herramientas personalizadas para resignificar tu experiencia y transformar tu relación con el estrés.

Por ejemplo, si identificas que tu ansiedad proviene del miedo a no cumplir con las expectativas de los demás, un coach puede ayudarte a reconfigurar estas expectativas y a alinear tus acciones con tus propios valores y objetivos.


Conclusión

Manejar la ansiedad en el día a día es un proceso que requiere compromiso y práctica. Al trabajar desde el lenguaje, las emociones y el cuerpo, puedes crear una base sólida para enfrentar los desafíos con mayor claridad y serenidad.

Incorporar estas estrategias en tu rutina diaria no solo te ayudará a reducir el estrés, sino también a vivir de una manera más alineada contigo mismo. Recuerda que el cambio comienza con pequeños pasos y que cada esfuerzo cuenta en el camino hacia una vida más plena y tranquila.

Publicado el 4 de enero de 2025